Abraham Chacón, la adversidad como motivante

Todos tenemos adversidades que superar, algunos más que otros, pero salir adelante es lo que diferencia a las personas ordinarias a las que no pierden la fe. La historia de Abraham Chacón, liniero ofensivo de Burros Blancos, tiene matices fríos y otros que brillan como diamante.

Antes de entrar de lleno sobre lo que ha superado a lo largo de su vida, hay que conocer el inicio de su historia y es que, a pesar de que su padre fue jugador de football en Cheyennes hasta el 83, nunca insistió en que su hijo jugara e inclusive estuvo practicando fútbol, natación, taekwondo y boxeo, pero por casualidades de la vida un día se encontró con el football.

En el 2013 comenzó su historia en la infantil de Pumitas donde quedó campeón en dos ocasiones. Al principio de su desarrollo, Chacón se inclinaba más por ser liniero defensivo, pero cuando se cambió a Burros Blancos en el 2015 para jugar la juvenil de otoño lo mandaron a la ofensiva y ahí se dio cuenta que ese era el lugar al que pertenecía.

“Había muchas personas en la línea defensiva y cuando empecé a convivir con los “gordos” me di cuenta que ese era mi lugar”-expresó Chacón- “Lo que más me gusta es que son agresivos en el campo, pero también somos buena onda y los que protegen. Es una verdadera camaradería.”

Por su tamaño y habilidad subió un año antes la intermedia en Cheyennes y ahí fue cuando los retos empezaron  a subir poco a poco de nivel.

Al principio de la intermedia comenta que le costó trabajo desempeñarse debido al estar enfrentándose a jugadores con 4 años de diferencia, pero sabía que no era un pretexto ni excusa para dejar de trabajar y a aprender a superarse; fue progresando y comenzó a tener invitaciones como al Americas Bowl en San Diego y a la selección U17 en Chiapas

A pesar de sentir que ya estaba tomando camino en su football apareció otro momento, quizá el que lo marcó de por vida.

“En el 2017, justo antes de empezar la temporada falleció mi papá. No quería jugar, ni tenía ganas de aplicar mi examen a la superior.”-comentó Chacón- “Pero al ser el mayor en la casa, entendí que todos estábamos con nuestro propio duelo y con el corazón en mano me inspiré para honrar a mi papá y demostrarle lo excelente que fue conmigo.”

Así fue como poco a poco siguió adelante, con un gran hueco en el corazón que trató de cubrir con mucho amor y esfuerzo a fin de que su trabajo sonara tan alto como para llegar al cielo. Aunque no fue fácil. Él mismo califica que su desempeño no fue el mejor, pero aprendió muchas cosas. Una de ellas: la resiliencia.

Chacón participó en la selección mexicana para el mundial U-19 que se llevó a acabo en México, pero desafortunadamente sufrió una lesión en el hombro que lo limitó en la competencia, sin embargo, esa frustración la ancló como motivación para hacer un mejor papel en liga mayor con Burros Blancos y demostrar que él realmente es un jugador comprometido, capaz y con talento.

Poco a poco, junto con el equipo, estuvo subiendo escalón por escalón y así fue como llegó a la final en el 2018, quedando subcampeón, pero en el 2019 logró levantar el trofeo de campeón nacional de ONEFA.

“Fue una temporada especial. jamás nos dividimos, siempre estuvimos juntos.”

Debido a la pandemia pudiéramos pensar que hasta ahí quedó la historia de todo lo realizado para este joven jugador, sin embargo no es todo, ya que ha recibido la invitación para estar en un combine de la NFL y eso le ha servido de motivación para no dejar de prepararse. A pesar de las limitaciones del Covid-19 ha logrado bajar 24 kilos y enfocarse en su flexibilidad, así como su trabajo físico.

Chacón siempre ve el vaso medio lleno y con esa mentalidad seguirá preparándose para cuando llegue el momento de demostrar sus habilidades y romper sus propias barreras.