De Andre Hopkins se convirtió en el receptor mejor pagado de la historia, luego de que Arizona le extendió un contrato por dos años y 54.5 millones de dólares.
Hopkins llegó a los Cardenales tras un intercambio con Houston y aún tenía un contrato vigente.
Los 27.25 millones de dólares por temporada es el sueldo más alto para un jugador sin ser quarterback.
Del total del contrato, 42.75 millones están garantizados por Hopkins.
